2. Convertirse

     Quizás recuerdes que en mi primera carta te conté que hace justo veinte años me convertí en agente de medio ambiente. Creo que no exagero si uso ese verbo, porque según el diccionario de la RAE, convertirse es “1. tr. Hacer que alguien o algo se transforme en algo distinto de lo que era”, y si sigues conmigo un rato, te darás cuenta de que eso es justo lo que a mí me pasó, y lo que espero que a ti te pase, porque ya te digo yo que fue un cambio bueno.

     A lo mejor también te acuerdas de que cuando aquello sucedió o empezó a suceder, yo estaba más cruda que un pan antes de entrar en el horno: pálida, endeble y burbujeante de fermentos que a lo mejor no llegaban a hacer y a mantener buena miga. Y que, en tal estado, no hubiera estado  nada mal haber conocido a alguien que me hubiera podido explicar en qué consistía ser agente.

     Pero la vida no viene de serie con avisos ni con recordatorios, como una pulsera de actividad impertinente. Nada te va indicando en tiempo real eh, presta atención ahí, que  esta no es una persona cualquiera. Conoces a alguien, intercambias un par de frase y sigues tu camino. Si en los primeros encuentros ya supieras que ese alguien llegará a ser de un modo u otro importante, cuidarías más tu actitud o tus palabras, y las relaciones serían más fluidas, aunque también bastante menos ingenuas. Si yo hubiera sabido que el primerísimo agente de medio ambiente con el que me topé, justo después de tomar posesión de mi puesto, iba a terminar siendo uno de los que más respeto ahora mismo, le hubiera hablado con más esmero. Habría dejado mi falta de vocación y mi suave arrogancia universitaria bien guardaditas, en una caja fuerte de mis adentros.

     A Joaquín Aniceto es bien fácil respetarle, porque no son tantas las personas a las que de manera más consensuada y con mayor justificación, durante un periodo de tiempo tan prolongado, se las pueda considerar, como a él, referentes de un grupo. Joaquín Aniceto es algo así como el tótem de los agentes de medio ambiente andaluces, y me estoy quedando corta en la amplitud de la tribu. Es el profesional al que, amiga, hay que aspirar a parecerse siquiera un poquito.

     Como él mismo ha dicho, ser agente de medio ambiente es el ikigai de este hombre generoso e infatigable. Ya sabes, su razón de ser, su propósito, el punto en el que se encuentran lo que ama, lo que sabe hacer, lo que necesita el mundo y aquello por lo que le pagan. Que Joaquín ama lo suyo no genera la menor duda a poco que lo escuches, y ese es un amor fiel y contagioso. Tampoco el hecho de que es rematadamente bueno en ello, y una no puede más que preguntarse cómo lo hace. Cuántas horas tiene su día, para cumplir sobradamente con sus muchas tareas y no dejar de seguir aprendiendo. ¿Qué come este tío? ¿Duerme acaso?

     ¿Es necesaria su dedicación? Un sí como una casa. Necesaria para una sociedad que, si quiere sobrevivir, ha de empezar a reconciliarse con la naturaleza; y necesaria para el resto de sus compañeros, que apenas nos damos cuenta de hasta qué punto su visión tan enfocada impregna y facilita nuestro trabajo cotidiano. Que en cambio somos plenamente conscientes de cuánto sabe Joaquín y de qué forma tan desprendida lo comparte.

     Está claro que no le pagan lo suficiente por ello. Mucho de lo que hace es gratis. Esto es un intento de compensarle mínimamente con agradecimiento.

     Si cuando lo conocí se hubiera activado la alarma de las personas cruciales, yo le habría preguntado cosas. En qué consiste un agente de medio ambiente, por ejemplo. Qué se necesita para ser uno bueno. Qué tenía que aprender y qué empezar a ir olvidando. Si cualquiera, o sea yo misma, podía dedicarse a ello. Habría salido de su despacho con la seguridad de que, firmando aquel papel que empezó a convertirme hace veinte años en otra cosa, había tomado el camino correcto.

SOLICITUD DE CAMBIOS EN SUSCRIPCIÓN

Haznos llegar mediante el mensaje de este formulario que necesitas de nosotros y en que podemos ayudarte en cuanto a la suscripción que tienes contratado en INAFO.ES
Por favor, activa JavaScript en tu navegador para completar este formulario.
Nombre

Escribe EN LETRA el resultado de 7+4

ACCEDE A TU CUENTA